Lleno de Ira

LLENO DE IRA

La inspiración llega en cualquier momento.

Existen infinitas razones o circunstancias que te pueden despertar la inspiración… o que seas visitado por las musas, como decían los escritores de novelicas más antiguos.

A veces, un suceso puede acicatear a estas musas iluminándote con una gran inspiración, la cual puede hacerse dueña de tu actitud, de tu mente, de tu cuerpo, de la mano que sujeta el lápiz y que traza símbolos en el papel.

Pues bien, un hecho me ha inspirado esta mañana para escribir esta novelica, pero ojalá no hubiese ocurrido porque, realmente, ha sido tanatalógico.

Durante mi jornada laboral, me he visto obligado a apartar unas maderas apiladas contra una pared y que pertenecían a un banco que estaba desmontado. Al levantar una de las maderas una visión de apenas milésimas de segundo ha hecho que mi cuerpo reaccionara bruscamente y me hiciera soltar la madera que sujetaban mis manos.

Tras un momento de confusión, mi cerebro ha reconocido de lo que se trataba, ha comprendido lo que había sido esa visión… y me he temido lo peor…

Una salamandra, un dragón como lo llamamos en Petrer, blanco, de unos quince centímetros, gordito, bien cuidado… se encontraba agazapado entre las maderas y, asustado por mi intromisión, ha comenzado a correr atravesando la pared justo donde la maldita madera ha ido a caer.

La salamandra estaba aun con vida cuando he vuelto a levantar la madera, pero con heridas mortales. Ha ido muriendo poco a poco, agonizando… y dejándome un sabor muy amargo.

¿Por qué existe el dolor? ¿De verdad son pruebas que nos ponen en este mundo para aprender?

Una sensación de impotencia me ha recorrido el cuerpo durante todo el día, se puede decir que he estado lleno de ira… ¿Este es un sentimiento Nomecanso? ¿O hemos de ser insensibles al dolor?

Una enseñanza oriental nos invita a no tener apego a nada. Esto no quiere decir que no amemos, pero no tenemos que tener la sensación de posesión, nada nos pertenece. Cuando se tiene el sentimiento de poseer algo, esto amigos míos, es lo que nos ata al mundo terrenal… ¿será cierta esta teoría? ¿No debemos de poseer ni a objetos, ni a animales y, ni mucho menos, a personas?

Siento que esta novelica se haya salido de la línea divertida y entretenida a la que estamos acostumbrados, pero la inspiración no siempre es por buenas razones y quería compartir con vosotros este triste suceso…

¡Tendré que llamar al hombre-sonrisa para que me devuelva la sonrisa hoy!... La verdad es que solo con decirlo y desearlo ¡Ya he sonreído!

FIN

SEYIS