La Verdad

LA VERDAD

¿Y cuál es la verdad?.

Esa pregunta se la hizo Poncio Pilatos a Jesús (según el evangelio de San Juan) y él no respondió.

La Verdad llega, te ilumina y por mucho que te lo expliquen, por mucho que te den ejemplos, no la verás ni sentirás.

Te tiene que inundar, tiene que hacer diana en tu corazón y en tu alma.

Porque ¿ por qué hacemos cosas que sabemos están mal, son incorrectas, que nos perjudican a nosotros y al prójimo ?.

¿Por qué?.

Por la sencilla razón de que la Verdad todavía no te ha golpeado.

La ves, la tienes en la palma de la mano, pero no hacemos caso ni uso de ella.

Pero cuando hace diana, te inunda una sensación de plenitud, de felicidad excelsa y la pregunta que hizo Poncio a Jesús, queda contestada en tu interior.

Sorprendente ¿no?, que una pregunta hecha 21 siglos atrás, quede contestada ahora, en tu tiempo.

Así de errabundo, así de insignificante es el ser humano sin la Verdad; una veleta, un barco herido que zozobra a la deriva, pero que cuando tomas el timón con mano fuerte, segura y sin miedo a nada, eres otro.

Te transformas en un superhéroe de verdad o más bien dicho de la Verdad.

¿ Y cuál es la Verdad?, siguen preguntando los miles y millones de Poncios actuales.

Pues por mucho que la busques, aunque recorras el mundo y el universo entero no la encontrarás, porque está tan cerca que no la ves, ni la entiendes ¡está dentro de ti! Y tú la buscas fuera.

¿Y tú, has encontrado la Verdad o ni tan siquiera la has buscado todavía?.

Pues no la busques, pues ya la tienes, simplemente cógela, acógela y ¡úsala!.

Adiós, Poncios.

FIN

LLAMAX